Si para un chango cantor
cantar es pura emoción,
la vida es como una flor
que merece regarse con una canción.
Y para un chango cantor
no hay un milagro mayor,
que se aparezca una zamba
retozando altiva por su diapasón.
Chango cantor,
echa tu alma afuera,
que en una noche cualquiera
tras de tu guitarra llegara el amor,
y la luna compañera solita y peñera
tendrá un corazón.
Si para un chango cantor
no existe nada mejor,
que una chinita cantando una copla
vestida con versos de amor.
Y cuando un chango cantor
la noche sale a beber,
sueña encontrar el camino
menos solitario hacia el amanecer.