Venga mi hijo y escuche
lo que le quiero contar;
otra déspota vendrá
a sumarse a su mamá,
será su hermana y merece,
como usted tener canción,
por guagüita entre los tres
la tendremos que cuidar.
Mi niña quiere canción, crecer con ella;
antes de la primavera, vino y trajo mi locura.
y se fue metiendo en mi, como una nueva ilusión.
Mi niña padece paz, no se le cura,
su carita de luna, nació en cuarto sonriente,
y el pastito de sus ojos. Aprieta su llanto.
Cuantas preguntas me hago:
¿mi niña sabrá cantar?
¿en donde podré guardar conmigo, sus sueños?
todo lo que me perdía porque no llegaba.
Mi niña asoma a la vida, carga su asombro;
su rosada intrepidez, todo quiere averiguar,
y ahí vamos su madre y yo, estorbando su empezar.
Niña un árbol le daré, que no se queme
y algún río sin usar, donde se pueda mirar;
de una zamba sin final le daré el mejor compás.