Nace una zamba, se agita un cantor,
lleva patria su canción.
Crece un sonido profundo,
y retumba en el mundo, de algún diapasón
El sentimiento del canto de amor
tiene en la zamba su voz
del murmullo del viento
saca el alimento que nutre su son.
Zamba, zamba mía, yo la presto, no la doy
si me la van devolviendo, en cada silencio,
escuchándola.
Grito del tiempo mostrando
el canto del hombre argentino, salud.
Y ya el varón la dama hace bailar
su pañuelo la festeja
cuando él la alcanza, se aleja
lo espera y se deja otra vez alcanzar.
Mojón de arraigo ayudando a soñar,
si un corazón acompaña
y trae el ritmo en la entraña
si algún "Chalchalero" se pone a cantar.
Zamba, zamba mía, yo la presto, no la doy
si me la van devolviendo, en alguna escuela
enseñándola.
Grito del tiempo mostrando
la danza del hombre argentino, salud.